Pedro Rueda
Henares, propietario del restaurante Al-Yamal, nos cuenta los entresijos y la historia de su
restaurante de comida árabe que abrió sus puertas en 1983 como un negocio
familiar entre padres e hijo. En la familia no hay nadie de origen árabe, pero
Pedro es un enamorado de dicha cultura y decidió transmitirla a la ciudad de
Málaga a través de su restaurante.
Al entrar
lo primero que nos llama la atención es su decoración y diseño imitando a un
patio andalusí, Pedro nos explica que más que árabe, es un restaurante
andalusí, ya que los platos que ofrecen son originarios de la España Musulmana.
La pastela, producto del que nos habla el escritor del siglo XVI Baltasar
Gracian en su libro “El criticón” donde explica que era un plato típico y popular
en España, pero entre los años 1609 y 1612 los moriscos fueron
expulsados de España y la pastela dejó de hacerse ya que la Santa Inquisición
acusaba de no ser Cristiano a quien la consumiera.
El cus-cus
es otro de los platos originarios de la España Musulmana,
en sus orígenes era un plato económico y fácil de hacer ya que se elaboraba con
trigo, estando al alcance de cualquier familia, pero en la actualidad al llevar
almendras, pasas y debido a su método de elaboración (hay que cocinar todos los
ingredientes por separado para posteriormente mezclarlos) hacen del cus-cus un
plato para la sociedad sedentaria.
El primer
cocinero que hubo en el restaurante era de origen marroquí, elaboró la carta
junto con Pedro, pero al cabo del tiempo se tomo la decisión de que el negocio
fuera puramente familiar, pasando a ser la matriarca la cocinera, con ello
lograron perfeccionar los productos de la carta anteriormente confeccionada, ya
que los marroquíes añaden mas grasas a sus comidas.
Como manda
la religión musulmana la carne que sirven en el restaurante (pollo, ternera y cordero) es 100x100
halal (animales sacrificados mirando a La Meca).
Pedro nos recomienda un menú para 2 personas: 1 plato de kefta, 1 tallin, 1 cus-cus para compartir y de postre te verde
con pastas.
Pedro nos explica que en el
restaurante Al-Yamal no solo disfrutarás de su comida, sino de un viaje a un mundo
de ilusión, “como si una alfombra voladora te llevara al mundo de las mil y una
noches”. Una explosión de sensaciones, no solo para el gusto sino también
para el oído, gracias a la mezcla de músicas evocadoras que suenan en el restaurante (clásica, jazz, árabe y
andalusí)
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